Desde que diversos laboratorios alrededor del mundo anunciaran la llegada del antídoto que nos salvaría del COVID-19, un sector de la población, escéptico a los efectos de la vacuna, logró convocar una campaña de desinformación -y en algunos casos sembrando miedo- para que la gente desistiera de su derecho y obligación moral a ser inoculado.
Los efectos de las dosis contra el coronavirus han sido probados y aprobados científicamente; incluso, algunas de las farmacéuticas lograron demostrar hasta un 95% de efectividad para prevenir casos graves de la enfermedad.
Sin embargo, esto no fue suficiente para que distintos personajes políticos, deportistas, o personas en general se manifestaran en contra de aplicarse las dosis recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El lado B de esta postura ‘antivacuna’ es que la mayoría de estos protestantes lamentablemente terminaron contagiados y, en algunos casos, murieron por complicaciones graves.
Jair Bolsonaro contrajo COVID-19
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, contrajo el virus durante la primera semana de julio de 2020. Ante un anuncio a la prensa, el mandatario confirmó que dio positivo tras realizarse una prueba.
En aquel entonces aseguró que estaba tomando todas las medidas sanitarias para evitar contagiar a su entorno más cercano. “Las medidas que estoy tomando son para evitar la contaminación de terceros”, dijo, según detalló la BBC.