Sin duda alguna, la decisión es parte de una suerte de purga (que comenzó con el cese de Juan Carlos Oblitas) anunciada muy poco después de que Agustín Lozano, presidente de la Federación, fuera liberado tras haber sido detenido por el caso Los Galácticos.

Enesa línea, la salida de Jorge Fossati puede responder a motivos de imagen, teniendo en cuenta el disgusto de los hinchas —75% estaba en contra de la continuidad del DT según una encuesta de Ipsos para Perú21— y las elecciones del próximo año a llevarse a cabo en la FPF.

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No obstante, por más que la desvinculación del ‘Nonno’ pudo haber nacido del impulso populista de un dirigente más que desprestigiado, ya era hora de cortar por lo sano. Si bien la última selección de Sudamérica ha quedado descabezada, la ‘Blanquirroja’ de Fossati tenía todos los síntomas de un enfermo terminal, encaminado hacia una espantosa agonía.

Era hora de desconectarla, para intentar empezar de nuevo. Ahora bien, el borrón y cuenta nueva tiene sentido si lo que sigue es un proceso de recambio a largo plazo. Lamentablemente, tratándose de la Federación Peruana de Lozano, aquello podría ser mucho pedir.