Cientos de migrantes varados en la ciudad mexicana de Tapachula, Chiapas, sur, esperan continuar su viaje a Estados Unidos a cuatro días de que Donald Trump vuelva a la Casa Blanca.
Varios ya tienen cita para solicitar asilo en Estados Unidos, pero requieren un permiso para transitar por México hacia la frontera norte, un trámite que deben realizar en las atestadas oficinas migratorias de Tapachula (fronteriza con Guatemala).
Se trata de una carrera contrarreloj, pues Trump promete eliminar la aplicación móvil CBP One mediante la cual se solicita un permiso humanitario que permita el ingreso legal de migrantes a Estados Unidos. Para el próximo mandatario, esa herramienta alienta el tráfico de migrantes hacia su país.
«Nos preocupa totalmente porque se dicen tantas cosas, y para nadie es un secreto que cuando Donald Trump dice esas cosas las cumple», dice Dayana Hernández, a AFP, quien tiene cita para el 29 de enero, nueve días después de que Trump retome el poder.
Trump prometió detener la «invasión» de migrantes y emplear al ejército para realizar la deportación de personas en situación irregular más grande de la historia de Estados Unidos.
Como se conoce, en el gobierno de Joe Biden se instauró la aplicación CBP One en enero de 2023 para ordenar el flujo migratorio hacia Estados Unidos y reducir la posibilidad de que los traficantes exploten a los migrantes.
Aunque la aplicación no garantiza que los migrantes puedan radicarse en Estados Unidos, les permite obtener un permiso de trabajo mientras siguen su trámite de asilo.
Según el gobierno de Biden, en el año fiscal que terminó en septiembre pasado se registraron 2,1 millones de encuentros en la frontera sur de Estados Unidos, frente a casi 2,5 millones del período anterior, una reducción que expertos vinculan con la CBP One.