Quizás por el nerviosismo que le significó explicar detalles de la intervención quirúrgica a la que se sometió, la presidenta Dina Boluarte cometió ayer un lapsus durante la ceremonia de inicio de obra de la nueva avenida Tomás Valle, en la provincia constitucional del Callao.

Tras arengar «chimpum, Callao» y detallar la futura obra, Boluarte dijo «Callao es parte de la capital de Lima, perdón… de la capital de Perú y Perú hoy es un país que califica mejor que todos los países de América del Sur»:

La mandataria fue abucheada, mientras que parte de su clásica portátil la aplaudió.

Tras continuar con su discurso, insistió en señalar que en su gobierno no habrá actos de corrupción.

«Cuando dejemos el gobierno, el 28 de julio del 2026, no solamente queremos dejar en la historia que Dina Ercilia Boluarte Zegarra fue la primera mujer presidenta en 200 años, eso ya está. Lo que queremos dejar es la huella y la marca de que se puede trabajar sin robarle al pueblo peruano», aseveró.

Posteriormente, aprovechó la ocasión para referirse a las denuncias en su contra y ocuparse en especial de su cirugía estética. Evidentemente indignada arremetió contra el extitular del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, a quien llamó cobarde por revelar que la mandataria se sometió a un proceso quirúrgico.

“Aquel exfuncionario que dijo eso en el Parlamento fue tan cobarde de no responder los cuatro puntos de agenda para lo cual fue citado y tuvo que agarrarse de las faldas de una mujer, cuando él sabía que mi salud respiratoria no era de ese día”, manifestó Boluarte, para manifestar que era tal su problema de salud que apenas podía respirar.

A través de su cuenta de X, Otárola replicó: «El ABC de la política es mantener la cordura y la calma, máxime si se ejerce la primer magistratura de la Nación. Respetuosamente sugiero que la señora presidenta cambie el verbo odiar por el de gobernar».