La Comisión de Constitución y Reglamento del Congreso aprobó este martes 3 de junio el predictamen del proyecto de ley, cuyo objetivo es que los parlamentarios pueden hacer activismo político abierto, incluida campaña política, en las sesiones del Pleno, incluso durante la semana de representación. Esta nueva disposición será incorporada en el artículo 25-A al Reglamento del Congreso.

Con 15 a favor, 5 en contra y 4 abstenciones, la iniciativa, presentada por el congresista fujimorista Arturo Alegría, busca que los congresistas puedan “expresar, defender y promover las posiciones ideológicas, programáticas y partidarias” sin que ello se considere una infracción al principio de neutralidad política. La propuesta se aprobó en mayoría dentro de la comisión que preside Fernando Rospigliosi, también de Fuerza Popular.

La reforma ha sido criticada por permitir que los legisladores hagan campaña partidaria mientras ejercen funciones oficiales, especialmente en la semana de representación, que fue concebida para el contacto ciudadano y no para actividades proselitistas.

Su justificación: libertad de expresión y autonomía parlamentaria

El documento sostiene que aplicar el principio de neutralidad política a los parlamentarios “acarrea el menoscabo del principio de representación, el pluralismo ideológico y la libertad parlamentaria”. Para los impulsores, se trata de una garantía del sistema democrático representativo, no de un privilegio.

“Los parlamentarios en ejercicio de sus funciones pueden expresar, defender y promover las posiciones ideológicas, programáticas y partidarias, sin que ello constituya infracción al deber de imparcialidad y/o neutralidad”, señala textualmente el nuevo artículo 25-A, incluido en la propuesta aprobada.

La comisión también argumenta que exigir neutralidad política a los congresistas equiparándolos con funcionarios del Ejecutivo distorsiona su rol: “la función parlamentaria es eminentemente política […] por ende, la exigencia de neutralidad no les es aplicable en los mismos términos”, se lee.

Semana de representación bajo la lupa

Especialistas han advertido que esta reforma abre la puerta al uso de recursos públicos con fines proselitistas. La semana de representación, donde los legisladores deben rendir cuentas y recoger demandas ciudadanas, podría convertirse en una vitrina de campaña permanente.

Según el análisis costo-beneficio incluido en el predictamen, uno de los efectos esperados es que los congresistas se conviertan en “voceros políticos plenos que transmitan abiertamente sus posiciones y programas políticos”, lo que “incrementa el alcance de las organizaciones políticas”. Para críticos de la norma, esto socava el principio de igualdad electoral.

Además, se advierte que la ciudadanía podría verse afectada por “la proliferación de discursos políticos individualistas”, lo que generaría confusión y desgaste del debate político.