La reciente controversia entre Perú y Colombia por territorio limítrofe en el río Amazonas, iniciada por los comentarios del presidente colombiano Gustavo Petro, ha desatado una ola de información inexacta respecto a una isla ubicada en una zona en constante cambio debido a procesos naturales.

Como se sabe, al presidente Gustavo Petro se le ocurrió inventar una cortina de humo en un intento desesperado por, al parecer, fortalecer su desgastada imagen y acusar al Perú de haber “copado” parte de su territorio en la Amazonía y violar el protocolo de Río de Janeiro, que puso fin al conflicto entre ambos países.

De manera irresponsable, el exguerrillero del M-19 señala que de manera unilateral y violatoria nuestro país se ha apropiado de las islas que han aparecido en la línea más profunda del río Amazonas.

«El gobierno del Perú ha copado un territorio que es de Colombia y ha violado el Protocolo de Rio de Janeiro que le puso fin… Han aparecido islas que estan al norte de la actual línea más profunda, y el gobierno del Perú acaba de apropiarselas por ley y poner la capital de un municipio en un terreno que, por el tratado, debe pertenecer a Colombia», escribió el mandatario en su cuenta de X.

Estas declaraciones han puesto en el ojo a una porción de tierra insular en medio del río amazonas al que muchos se han referido erróneamente como isla Santa Rosa, pero que la Cancillería aclara que el nombre verdadero y el que debe usarse es el de isla Chinería, territorio estrictamente peruano.

CAMBIOS NATURALES

Frente a Leticia (Colombia) y Tabatinga (Brasil), en una zona que se encuentra en constante cambio debido a procesos naturales se encuentra la isla Chinería, una porción de tierra insular bajo soberanía del Perú desde que se firmaron los tratados limítrofes Salomón-Lozano.

En uno de los extremos de esta isla es que existe el distrito de Santa Rosa de Loreto, un municipio perteneciente al departamento de Loreto, en el que habitan alrededor de 2500 peruanos asentados desde hace décadas. Esta es la razón de la confusión actual, pues este territorio se habría registrado separado del resto de la isla Chinería debido a los cambios naturales del río Amazonas, pero no dejó de ser una extensión de la misma.

La Isla Santa Rosa emergió naturalmente en la década de 1960 o 1970, producto de la dinámica sedimentaria del río, al separarse de la Isla Chinería, que existía mucho antes de los tratados de frontera. Sin embargo, debido a estos mismos cambios naturales, así como se separó, esta volvió a unirse.

Así lo señala la Cancillería del Perú: «El espacio erróneamente denominado ‘Isla Santa Rosa’ surgió como una división natural de la parte sur de la ‘Isla Chinería’. Sin embargo, con el tiempo, el brazo del río Amazonas, que generaba una aparente separación, se secó eliminando la división de tierra seca de la Isla Chinería».

«No existe una ‘Isla Santa Rosa’. Solo existe la ‘Isla Chinería’… El exclusivo uso de la denominación ‘Isla Chinería’ armoniza con la correcta terminología que corresponde a la postura peruana que se encuentra conforme al Derecho Internacional y al tratado Salomón-Lozano de 1922 y las comisiones demarcatorias posteriores», sentenció.

Por su parte, el actual gobierno colombiano se ampara en que la Isla Santa Rosa emergió naturalmente en la década de 1960 o 1970, producto de la dinámica sedimentaria del río, al separarse de la Isla Chinería, que existía mucho antes de los tratados de frontera. Y debido a que no estaba presente en los acuerdos limítrofes firmados en 1922 (Tratado Salomón‑Lozano) y 1929, su estatus jurídico quedó ambiguo.

CONCLUSIONES

El gobierno peruano defiende su soberanía sobre este territorio con base en que su origen proviene de Chinería, una isla claramente asignada a Perú según los tratados históricos. La creación reciente del distrito de Santa Rosa de Loreto (julio de 2025) es entendida como una medida para reforzar la presencia estatal, dotar de servicios públicos y consolidar la legitimidad peruana.

Por su parte, Colombia no reconoce la soberanía peruana sobre este territorio, argumentando que al no haber sido mencionada en los tratados, su asignación debería realizarse mediante un acuerdo bilateral. Además, sostiene que la frontera debe seguir el canal más profundo del Amazonas (la línea denominada thalweg), y que formaciones como Santa Rosa emergen hacia el lado colombiano de esa línea.

Lo cierto es que los cambios naturales provocados por el cauce del río Amazonas no habían sido tema de controversia entre los países sudamericanos durante décadas, y el territorio que ha generado esta disputa ha existido todo este tiempo con habitantes que se reconocen como peruanos.

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"No se ha cumplido el tratado, Perú lo violó", afirmó el exguerrillero.

Además, la controversia nace de las oportunistas declaraciones de un presidente colombiano que atraviesa una crisis reputacional en su propio país, por lo que un discurso incendiario de este tipo parece más una estrategia para desviar la atención pública de los colombianos.

Sin embargo, más allá de la toponimia, lo que está en juego es la interpretación del derecho internacional frente a la geografía cambiante del Amazonas, y la forma en que ambos países gestionan soberanía y cooperación fronteriza.