Un inusual periodo de veranillo, que ya se prolonga por casi tres semanas, viene generando preocupación entre los agricultores de distintas provincias de Apurímac. Tras el cese repentino de las lluvias a mediados de octubre, los cultivos recientemente instalados se encuentran en riesgo, especialmente en zonas altoandinas donde la humedad es indispensable para el crecimiento inicial de las plantas.
Expertos locales han señalado que los cambios climáticos inesperados se deben a variaciones atmosféricas asociadas al Fenómeno del Niño débil que aún influye en la región sur del país. No obstante, indicaron que ya se evalúan acciones de mitigación, como el uso de reservorios, riego de emergencia y asistencia técnica para evitar que el impacto sea mayor.
La misma situación se estaría replicando en las demás siete provincias de Apurímac, donde comuneros y asociaciones agrarias reportan disminución en la humedad de los suelos y cultivos marchitos. De persistir el veranillo, se prevé que la campaña agrícola 2024-2025 enfrente serias dificultades, afectando no solo la economía familiar de los agricultores, sino también la disponibilidad de productos en los mercados locales durante los próximos meses.


