La situación de la avenida Prado Alto, ubicada en Abancay hasta el distrito de Tamburco, ha alcanzado un nivel de gravedad de deterioro que demanda atención urgente de las autoridades nacionales, regionales y municipales. Tras varios años de abandono, esta vía de circulación nacional presenta un estado de deterioro avanzado, comprometiendo la seguridad de miles de ciudadanos, estudiantes y transportistas que pasan diariamente. La avenida, que conecta importantes zonas de Abancay con Tamburco y forma parte de una arteria vital para el tránsito interregional, se encuentra en condiciones precarias: pavimento fragmentado, grietas profundas, desniveles peligrosos, y sistemas de agua potable y desagüe en colapso, lo que ha provocado filtraciones, taponamientos en los buzones y la proliferación de focos de contaminación ambiental. La situación se agravacon las constantes lluvias, que generan inundaciones y desbordes, poniendo en riesgo las viviendas y la integridad de los transeúntes, especialmente escolares. A pesar de las reiteradas denuncias y esfuerzos de los ciudadanos, los responsables del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) y Provias Nacional, parecieran mostrar una actitud de indiferencia y dilación. Desde el 2023, se han sucedido promesas incumplidas y cambios en las responsables de la formulación y ejecución de los proyectos de rehabilitación, sin que hasta la fecha exista una fecha concreta para el inicio de las obras. La falta de acción ha generado una situación de emergencia que requiere atención urgente. Los vecinos afectados, junto a la población escolar y organizaciones civiles, exigen a las autoridades que articulen esfuerzos para resolver esta problemática. La ciudadanía advirtió que, si no se toman medidas urgentes, podrían optar por cerrar el paso de vehículos de alto tonelaje en la vía, para proteger la seguridad de la población y salvaguardar sus bienes. Es fundamental que los proyectos formulados por el municipio, el gobierno regional y el Estado central sean coordinados y ejecutados con prontitud, priorizando la seguridad y el bienestar de la población. Este escenario también refleja el retraso en la construcción de la Vía de Evitamiento de Abancay, que lleva más de veinte años con retrasos en su avance físico, pese a tener los recursos económicos disponibles. La falta de una planificación eficiente y transparente ha profundizado los problemas de movilidad y seguridad en la zona. En esa línea los ciudadanos de esa parte de la ciudad hicieron el llamado a las autoridades nacionales y regionales para que prioricen esta obra y actúen con responsabilidad y celeridad. La vida y la seguridad de miles de ciudadanos no pueden seguir siendo víctimas del olvido. Es hora de pasar de las promesas a la acción concreta y efectiva para recuperar esta importante arteria vial y garantizar un desarrollo sostenible para Abancay y su distrito cercano.